LA MEMORIA
VIVA
"Hasta
que los leones tengan sus propios historia dores, las historias de cacería
seguirán glorificando al cazador" (Proverbio africano)
C
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uando está de veras viva, la memoria no contempla
la historia, sino que invita a hacer la, más que en los museos, donde la pobre
se aburre, la memoria está en el aire que respiramos. Ella, desde el aire, nos
respira.
Es contradictoria, como nosotros. Nunca está
quieta. Con nosotros, cambia. A medida que van pasando los años, y los años nos
van cambiando, va cambiando también nuestro recuerdo de lo vivido, lo visto y
lo escuchado. Y a menudo ocurre que ponemos en la memoria lo que en ella
queremos encontrar, como suele hacer la policía con los allanamientos. La
nostalgia, por ejemplo, que tan gustosa es, y que tan generosamente nos brinda
el calorcito de su refugio, es también tramposa: ¿Cuantas veces preferimos el
pasado que inventamos al presente que nos desafía y al futuro que nos da miedo?
La memoria viva no nació para ancla. Tiene, más
bien, vocación de catapulta. Quiere ser puerto de partida, no de llegada. Ella
no reniega de la nostalgia, pero prefiere la esperanza, su peligro, su
intemperie. Creyeron los griegos que la memoria es hermana del tiempo y de la
mar, y no se equivocaron.
EDUARDO
GALEANO
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